Sistema educativo infantil en Alemania vs. España
El sistema educativo de un país es la base sobre la que se construyen los cimientos de su sociedad. De él dependen, en gran medida, conceptos tan obvios como el nivel formativo de los ciudadanos, pero también otros como la capacidad para resolver problemas y conflictos, la inteligencia emocional o la autonomía de nuestros jóvenes a la hora de viajar o emanciparse. Y es que es la forma que tiene de educar cada lugar, lo que proporciona las herramientas que nos acompañarán de por vida, nuestra manera de enfrentarnos al mundo. Y es ahí donde radica la importancia de este tema: no se trata únicamente de qué y cuándo enseñamos, sino del cómo acompañamos ese aprendizaje y el crecimiento de nuestros niños.
De todos es sabido que, entre la educación infantil en Alemania y España, existen numerosas diferencias que trataremos de desgranar a continuación.
Tipos de centros educativos en Alemania
Aquí comienzan las diferencias, en lo básico, entre los sistemas educativos alemán y español.
Pero lo primero a tener en cuenta es que en Alemania no existen los cursos escolares como tal, al menos hasta el colegio. Los niños empiezan la escuela infantil cuando sus madres o padres terminan su permiso de maternidad/ paternidad. Por ello, hay alumnos “nuevos” durante todo el curso, algo que facilita muchísimo poder ofrecer un periodo de adaptación de calidad, adaptado a todas las necesidades. Vamos a ver las diferentes variedades de escuela:
Kinderkrippe
Indicada para niños desde los 4 meses a los 3 años de edad.
En este tipo de escuela los niños se agrupan en aulas de hasta 12 alumnos de edades mixtas, y suele haber 2 o 3 educadoras por grupo.
Reina el ambiente tranquilo, se utilizan materiales naturales como la madera, que fomentan la estimulación sensorial, y prima la experimentación y el fomento de la autonomía de los niños.
Normalmente estos centros son de una sola planta para facilitar el movimiento libre de los niños dentro de las instalaciones, son muy luminosos, con grandes espacios interiores y jardines o patios con zonas verdes, areneros y fuentes. Los niños suelen desayunar, comer y merendar en la escuela y además, “prepararse” su propia comida. Llama la atención con qué habilidad son capaces de untar una tostada, servir un plato o echar agua en un vaso.
En la hora de la siesta los niños pueden descansar en colchones individuales que se colocan en el suelo de su mismo aula.
Una vez los niños y niñas han cumplido los 3 años se despiden de esta etapa para comenzar en la siguiente, sin importar en qué momento del año estemos; respetando de esta manera su tiempo y nivel madurativo lo máximo posible.
Kindergarten
Indicada para niños desde los 3 años a los 6 años de edad.
El Kindergarten es una institución de larga tradición en Alemania, un mundo aparte y existen tantos tipos como equipos de trabajo puedan formarse. El carácter, la metodologías y todo lo que ofrece el Kindergarten vienen del equipo de profesionales que allí trabaja. De esta manera, y siempre guiados por una dirección, los maestros y maestras podemos proponer, hacer y deshacer con gran libertad y autonomía, basándonos en las necesidades de nuestro grupo de alumnos.
Los niños acuden al Kindergarten a jugar, así es. Y está en manos de los educadores, en su creatividad y recursos didácticos, el ofrecer todo aquello para que mediante el juego, los niños y niñas desarrollen todas sus capacidades, satisfagan todas sus curiosidades, descubran todos sus talentos. Carpintería, baile, deportes, teatro, construcción, etc. son solo algunos ejemplos de las actividades cotidianas que podemos encontrarnos en estos lugares.
En esta etapa los niños trabajan todas las habilidades necesarias para llegar a la primaria y no tener ningún problema en la adquisición de contenidos relacionados con la lectoescritura o las matemáticas, entre otras cosas.
Para los niños y las niñas alemanes, el Kindergarten es una continuación de su hogar: llevan puestas sus zapatillas de andar por casa, tienen zonas para relajarse, pueden parar la actividad que estén haciendo siempre que quieran y los momentos de comida son siempre relajados y guiados por el apetito del niño.
Solo a los niños que acudirán al colegio el curso siguiente se les orienta durante un par de horas a la semana, de cara a su nueva etapa, con contenidos relacionados principalmente con las habilidades sociales.
Tipos de centros educativos España
Hablemos ahora de los centros educativos existentes en España y a qué edades responden cada uno de ellos:
Primer ciclo: hasta los 3 años
En las mal llamadas ”guarderías” españolas, se atiende a niños de entre 6 meses y 3 años de edad (aunque muchos de ellos la abandonan con apenas 2). Las ratios por educadora en estos centros son: 8 bebés, 12 niños de 1-2 años, 20 niños de 2-3 años, (dependiendo estas cifras de la comunidad autónoma donde te encuentres). Con suerte, estas educadoras, podrán contar con la ayuda de una persona de apoyo en momentos puntuales del día como pueda ser la hora de comer o la siesta.
Aunque el enfoque ha comenzado a cambiar y cada vez hay más centros actualizados, en estas escuelas se prima la atención al niño por encima de la estimulación o el trato, es decir, que el niño duerma, coma y esté limpio. Todo esto está por encima de que adquiera autonomía, se respete su libre movimiento o se le ofrezcan materiales de calidad.
No obstante, las profesionales que trabajan en estas escuelas están altamente cualificadas, tanto que su trabajo está muy valorado en países como Alemania, donde aprecian mucho su trabajo y conocimientos.
Segundo ciclo: de 3 a 6 años
Si hay algo que resume el segundo ciclo de la educación infantil en España es: “que salgan leyendo”. Bombardear a los niños de proyectos, cuanto más llamativos mejor, acerca de la prehistoria, la Edad Media o los astronautas sin preguntar siquiera si todo esto les interesa lo más mínimo.
En definitiva, y esto es algo que ocurre también en el primer ciclo con el tema de la retirada del pañal, querer que los niños crezcan antes de tiempo.
Y es cierto, los niños aprenden y terminan esta etapa, en muchos casos, leyendo, pero también faltos de otro tipo de experiencias también muy necesarias para ellos.
Financiación de la educación infantil en Alemania
La financiación de la educación infantil en Alemania se puede dividir en dos categorías principales: los organismos privados y los centros costeados por las administraciones locales.
Organismos privados
Dentro de los organismos privados, existen varios tipos según su financiación. Encontramos centros de educación infantil privados (Kitas privadas), gestionados por empresas, organizaciones sin fines de lucro, iglesias y otras instituciones. También existen empresas y fundaciones que poseen centros de educación infantil para los hijos de sus empleados, facilitando así la conciliación familiar, o que financian y gestionan Kitas privadas.
Las fuentes de financiación de estos centros incluyen las cuotas de los padres, que varían según la calidad del servicio, la ubicación y los ingresos familiares; subvenciones públicas; donaciones y patrocinios de individuos, empresas y otras organizaciones.
Costeados por administraciones locales
Los centros de educación infantil públicos en Alemania son gestionados directamente por las administraciones locales (municipios) y están disponibles para todas las familias residentes en la zona. Además de estos centros formales, los municipios a menudo apoyan centros comunitarios que ofrecen programas de educación y cuidado infantil.
La financiación de estos centros proviene principalmente de los presupuestos municipales y de fondos estatales y federales destinados a proyectos específicos. Aunque pueden cobrar cuotas a los padres, las tarifas son muy bajas y ajustadas según los ingresos familiares. Además, existen programas para apoyar a las familias de bajos ingresos y garantizar su acceso a los servicios de educación infantil.
Financiación de la educación infantil en España
Por otro lado, los centros educativos españoles también reciben diferentes titularidades en función del tipo de financiación:
Públicos
Los centros educativos públicos en España están completamente financiados por el estado, cubriendo materiales, personal y mantenimiento. Sin embargo, frecuentemente enfrentan problemas de financiamiento insuficiente, resultando en materiales escasos o deteriorados, instalaciones obsoletas y falta de personal. A pesar de esto, los profesionales son funcionarios altamente cualificados que han pasado un riguroso proceso de selección. La prioridad de estos centros es garantizar que la educación sea accesible para todos los niños y niñas.
Privados
Los centros privados españoles están costeados por las familias que disfrutan de sus servicios, pagando una cuota mensual por la educación de sus hijos. En ellos se ofertan actividades muy novedosas, se muestran los nuevos materiales adquiridos por el centro o las instalaciones con las que cuenta. Son centros, por lo general, que tratan de conseguir los mejores resultados académicos.
Privados concertados
Los centros concertados en España se financian a través de un acuerdo con la administración, recibiendo subvenciones y ayudas directas. Este acuerdo les obliga a cumplir ciertos estándares de calidad y equidad en la educación. Aunque generalmente son de carácter religioso y dirigidos por la iglesia católica, también pueden ser laicos y tener otras orientaciones filosóficas o pedagógicas.
Metodologías de enseñanza
Enfoque pedagógico alemán
Como hemos mencionado, la metodología alemana se basa en la experimentación, el contacto con la naturaleza, la autonomía y búsqueda de las propias motivaciones e intereses de los alumnos. Se persigue que cada uno de ellos, desde su individualidad, encuentre su talento, sus fortalezas. Se trata de dar las opciones y las herramientas a los niños para que construyan, a partir de ellas, su propio camino hacia el conocimiento.
Enfoque pedagógico español
El enfoque español busca completar una serie de competencias consideradas claves en cada etapa.
Dichas competencias están más enfocadas a la adquisición de conocimientos que al desarrollo de la persona en sí. No obstante se tiende hacia un modelo mucho más parecido al alemán.
Aunque es verdad que, a día de hoy, todavía quedan muchas escuelas que toman metodologías más clásicas como las fichas, horario de asignaturas o la división por edades
Formación requerida a profesores de infantil en Alemania
Para poder trabajar en un Kindergarten o Kinderkrippe alemán, se necesita haber terminado una Ausbildung (formación profesional) de dos años de duración. Estas Ausbildung suelen ser formaciones duales en las que los estudiantes acuden a clase un número de horas muy parecido al de las prácticas que realizan. El conocimiento que se adquiere es muy práctico y se aprende “in situ” la profesión. Por otro lado existe una gran demanda de maestros en Alemania, ya que muy pocos jóvenes contemplan la opción de acceder a la profesión.
Formación requerida a profesores de infantil en España
En España, dependiendo de si quieres dedicarte a la primera o a la segunda etapa de la educación infantil, se necesita una titulación de grado superior o un título universitario.
En el caso del grado universitario, se trata de cuatro años de formación (muy teórica en los primeros años de carrera) e incluye periodos de prácticas en centros en todos los cursos desde segundo, en la mayoría de las universidades.
Evaluación en Alemania y España
En la etapa de Kinderkrippe/Kindergarten alemán no existe una evaluación en sí. Por supuesto, se hace un seguimiento del desarrollo del niño, y se mantiene a la familia informada de estos logros. Además, antes de pasar al colegio de primaria, el Kindergarten y éste mantienen una comunicación muy fluida, para que no se pierda ningún tipo de información en el camino.
En definitiva, al no haber un currículo estipulado en esta etapa, no se evalúa si se ha adquirido, o no, conocimiento alguno.
Por el contrario, en España sí existen una serie de competencias a alcanzar en cada etapa y, por lo tanto, existen numerosas herramientas para medir la adquisición de las mismas. En muchos casos, estos procesos resultan tediosos para los maestros y maestras, que tienen que dedicar gran parte de su tiempo a cumplimentar informes y boletines. Además de la presión bajo la que, en muchas ocasiones, se trabaja para llegar a ciertos estándares.
Obligatoriedad de la educación infantil Alemania vs. España
Tanto en el caso de Alemania, como en el de España, las familias están obligadas a llevar a sus niños y niñas a algún centro educativo a partir de los 6 años de edad. Siendo, por lo tanto, la etapa de 0 a 6 algo totalmente voluntario.
No obstante, son mayoría las familias que, en ambos países, optan por acudir a dichos centros y recibir ayuda en la crianza y formación de sus hijos.
Convergencias entre ambos sistemas educativos
A pesar de todas las diferencias que hemos destacado hasta ahora, ambos sistemas tienen algunos puntos o metas en común: Tanto en España como en Alemania, la educación infantil se centra en el desarrollo integral del niño, incluyendo aspectos físicos, emocionales, sociales y cognitivos. En ambas culturas, se enfatiza la importancia de ayudar a los niños a desarrollar habilidades sociales y de autonomía desde una edad temprana. Además, se reconoce el papel fundamental de las familias en la educación de los niños pequeños. En ambos países, se espera que los profesionales que trabajan en el ámbito de la educación infantil tengan una formación adecuada y estén cualificados para atender las necesidades de los niños pequeños. Esto puede incluir educadores infantiles, maestros de educación infantil o pedagogos especializados en la primera infancia.
Tanto el camino hasta la consecución como esta misma, es subjetiva y comparable en muchos casos, por ello, el Consejo de la Unión Europea propone las siguientes medidas fundamentales para garantizar un desarrollo equitativo y de calidad para todos los niños:
1. Facilitar el acceso equitativo a una educación infantil de alta calidad: Con políticas que garanticen que todos los niños, independientemente de su origen socioeconómico o necesidades educativas especiales, tengan acceso a una educación infantil de calidad.
2. Concebir modelos de financiación eficaces: Esto podría implicar la asignación de fondos públicos adecuados, así como la exploración de modelos de financiación mixta que involucren tanto fondos públicos como privados.
3. Fomentar enfoques intersectoriales e integrados: Promover la colaboración entre diferentes sectores, como la educación, la salud y los servicios sociales, para garantizar una atención integral a los niños desde una edad temprana.
4. Apoyar la profesionalización del personal: Invirtiendo en la formación y el desarrollo profesional del personal que trabaja en educación infantil, garantizando que cuenten con las habilidades y competencias necesarias para brindar una atención de calidad a los niños.
5. Promover programas y planes de estudio adecuados.
6. Apoyar a los padres en su papel de principales educadores: Esto podría incluir la provisión de recursos y herramientas para apoyar la crianza y el desarrollo infantil en el hogar, así como la organización de actividades y talleres para padres.
7. Promover la garantía de la calidad con la participación de las principales partes interesadas: Estableciendo mecanismos de garantía de calidad en la educación infantil que involucren a todas las partes interesadas, incluidas las familias.
Si eres educador infantil y quieres trabajar en un sistema educativo como este, ¡te estamos buscando! Haz clic aquí
Autora: Sandra Navarro(Perfil Instagram)